EAS Barcelona

Aeropuertos rehenes de una aerolínea

El gobierno catalán se enfrenta a un duro dilema: a cede y le da más dinero público a Ryanair, vía «acuerdos de promoción turística», o se despide de buena parte de la actividad que nutre el aeropuerto de Girona. En otoño, de hecho, la compañía dejará vacío el de Reus. Y no es Cataluña la única región que se enfrenta a esta disyuntiva. Salvo en el caso de los dos grandes aeropuertos de Madrid y Barcelona, Ryanair opera a cambio de incentivos económicos de Administraciones autónomas y locales, que contribuyen para llenar unos aeropuertos secundarios, que, de otro modo, quedarían infrautilizados. / Este extenso reportaje se puede leer en www.elpais.com.

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