El pasado 7-9-2010 un Tupolev Tu-154 de la compañía rusa Alrosa que volaba de Polyarny a Moscú sufrió un problema eléctrico cuando llevaba unas cuatro horas de vuelo y le quedaban dos para llegar a su destino. En el avión viajaban 81 personas y la tripulación optó por realizar un aterrizaje de emergencia en un aeródromo de la región de Mirny, cuya pista es de hierba y de sólo unos 1.300 metros de largo. Evidentemente, el Tupolev no se pudo detener en esa distancia y aún recorrió unos 200 metros más antes que inmovilizarse en lo que empezaba a ser un frondoso bosque. Como se puede apreciar en el vídeo, parte del pasaje se lo tomó con mucha tranquilidad y se dedicó, sobre el ala del avión, a tomar fotos del suceso.
Información elaborada a partir de la que se publica en www.aerobuzz.fr
