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La nave espacial Starliner regresó a la tierra sin haberse acoplado a la Estación Espacial Internacional

Boeing

La primera misión de la nave espacial CST-100 Starliner, fabricada por Boeing para la NASA, terminó ayer después de algo más de 48 horas de vuelo sin haber cubierto plenamente sus objetivos, pues no pudo llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS) como se había proyectado ni, por tanto, llevar los 280 kg. de material.

El módulo de la tripulación de la nave espacial aterrizó ayer domingo en el White Sands Missile Range del Ejército de EE. UU. a las 5:48 horas después de pasar poco más de dos días en órbita y marcar una serie de objetivos de prueba de vuelo. Es la primera vez que una nave de estas características aterriza en tierra y no en el amar.

Poco después de su lanzamiento el viernes 20 de diciembre y la separación de su cohete propulsor, Starliner experimentó una anomalía en el tiempo de la misión que hizo que usara demasiado combustible para llegar al destino previsto de la Estación Espacial Internacional. Los controladores de vuelo pudieron abordar el problema y colocar a Starliner en una órbita estable más baja. El vehículo demostró que sus sistemas y capacidades para recibir señales y regresar a la Tierra funcionaron correctamente. Inicialmente la misión debía durar seis días.

«La rápida recuperación y la capacidad del equipo Starliner para lograr muchos objetivos de la misión, incluido la colocación de la nave en una órbita segura, el reingreso y el aterrizaje, es un testimonio de la gente de Boeing que ha dedicado años de sus vidas trabajando para lograr el vuelo espacial comercial humano», dijo John Mulholland, vicepresidente y gerente de programa del Programa de tripulación comercial de Boeing. «Su profesionalismo y colaboración con nuestro cliente de la NASA en condiciones difíciles nos permitió aprovechar al máximo esta misión».

El aterrizaje de Starliner demostró la robustez de sus sistemas de aterrizaje, incluidos sus innovadores paracaídas y los balones de aireque amortiguaron el impacto al llegar a tierra.

Aunque este Starliner no llevaba personas, sí tenía un ‘pasajero’. Un maniquí, llamado «Rosie», estuvo en el asiento del comandante durante toda la misión. Estaba equipado con una docena de sensores que recopilaron datos para ayudar a demostrar que Starliner es seguro para futuras tripulaciones humanas.

A continuación, este módulo de la tripulación será devuelto a Florida para la recuperación, análisis y restauración de datos para futuras misiones. Es el vehículo elegido para volar los astronautas de la NASA Sunita «Suni» Williams y Josh Cassada, junto con dos astronautas internacionales asociados, en la primera misión operativa.

Paralelamente, el equipo Starliner de Boeing está finalizando el vehículo que volará el astronauta de Boeing Chris Ferguson y los astronautas de la NASA Mike Fincke y Nicole Mann en la prueba de vuelo con tripulación.

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