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La producción de aviones comerciales crecerá un 31% en 2020 hasta alcanzar las 1.900 unidades

La producción de aviones comerciales aumentará de las 1.450 unidades de 2019 a las 1.900 en 2020, según el estudio 2020 global aerospace and defense industry outlook realizado por Deloitte. Según el informe, el sector de la aviación comercial ha experimentado un declive en las entregas de 2019 debido a problemas relacionados con la producción en ciertos modelos de aviones.

Sin embargo, en 2020-2021 las entregas se recuperarán puesto que se prevé que los aviones que han superado algunos desafíos relacionados con la producción entren de nuevo en servicio a principios de 2020.

Si bien la cartera de pedidos de aviones comerciales ha decrecido ligeramente respecto a los niveles máximos de 2018, pasando de 14.700 aviones a poco más de 14.000 a septiembre de 2019, el informe prevé una recuperación del sector a partir de 2020 en adelante a medida que la demanda a largo plazo de aviones comerciales siga siendo sólida, con una estimación de producción de casi 40.000 unidades en las dos próximas décadas.

Según destaca Oscar Martín, socio de Deloitte, «con unos requisitos de producción cada vez más exigentes tanto para defensa como para aviación comercial, la adopción de nuevas y avanzadas tecnologías resulta muy importante para esta industria. Esto le permitirá hacer frente a la creciente demanda de productos más personalizados y en unos periodos más cortos de tiempo, de una forma más ágil y eficiente».

Sectores de Defensa y Aeroespacial

El estudio de Deloitte también analiza el sector de defensa, cuyo gasto mundial crecerá entre un 3% y un 4% en todo el mundo en 2020, hasta alcanzar los 1,9 billones de dólares aproximadamente. El sector ha mantenido un crecimiento sostenido en 2019 debido a que los gobiernos en todo el mundo están acometiendo la modernización de su equipamiento militar, dada la creciente preocupación por la seguridad global. En este contexto, se espera que el gasto global en defensa mantenga una tasa de crecimiento anual del 3% durante el periodo 2019-2023, hasta alcanzar los 2,1 billones de dólares en 2023.

El sector aeroespacial, por su parte, recibirá inversiones constantes en tecnologías y servicios espaciales, unos nuevos y otros ya existentes, procedentes mayoritariamente de los gobiernos y de operaciones de capital riesgo. Si bien se espera que la mayoría de dichas tecnologías sigan en fase de prueba de concepto y requieran de desarrollos antes de proporcionar servicios comerciales más amplios y rendimientos económicos. Actualmente, los ingresos del sector espacial comercial proceden mayoritariamente de la fabricación de satélites empleados para la observación de la tierra y para comunicaciones y del lanzamiento de vehículos utilizados para colocar estas cargas en órbita.

Fusiones y adquisiciones

 Por otro lado, se espera que la actividad en materia de fusiones y adquisiciones de la industria aeroespacial y de defensa aumente en 2020 debido a factores de crecimiento en áreas como C5ISR (Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Sistemas de Combate, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento), mantenimiento, reparación y operaciones en aviación comercial, vehículos no tripulados y autónomos, tecnología hipersónica; así como a la necesidad de lograr escala.

En lo referente al mercado español, Jordi Llidó, socio responsable de la industria de Fabricación de Deloitte, afirma que «tras la integración de Alestis y Aciturri, dos de los players más relevantes del sector, se espera la progresiva consolidación de las empresas de menor tamaño en busca de una escala, cada vez más relevante para poder competir en nuevos programas y proyectos de las OEMs».

Perspectivas regionales

 Estados Unidos continúa siendo el principal motor de crecimiento para la industria aeroespacial y de defensa. Sin embargo, el crecimiento de pasajeros en todo el mundo y un entorno de seguridad internacional complejo, darán lugar a que otras regiones y países contribuyan al rendimiento de la industria, como en Asia y en Oriente Medio.

China es actualmente el mercado de aviación con un crecimiento más rápido a nivel global, con una demanda de 8.090 aviones en los próximos 20 años. Además, es el segundo país del mundo en gasto en defensa por detrás de EEUU, con un 14% de la inversión mundial. La India, por su parte, generará una demanda de 2.300 aviones en las próximas dos décadas y cuenta con un presupuesto de defensa de 44,6 millones de dólares para 2019-2020, un 9,3% más que el ejercicio anterior.

En Europa, países como Francia, Alemania, Reino Unido o España, también aumentarán el gasto en defensa, ya que Estados Unidos alienta a los países de la OTAN a destinar un 2% del PIB al gasto militar.

¿Qué hay en el horizonte más allá de 2020?

Algunos de los desarrollos tecnológicos que incidirán en la industria aeroespacial y de defensa a medio y largo plazo son:

Aviones de propulsión eléctrica. Si bien los fabricantes aeroespaciales han construido aviones más eficientes en las últimas décadas, el crecimiento en la demanda de viajes aéreos ha conllevado un incremento en las emisiones de carbono de la industria de la aviación. Con la tecnología evolucionando rápidamente, existen varias compañías a nivel global que están desarrollando sistemas de propulsión eléctricos, que reducirán las emisiones de carbono, harán que los vuelos sean más silenciosos y reducirán costes.

Movilidad Aérea Urbana. Se espera que en la próxima década se acelere el desarrollo de vehículos de Movilidad Aérea Urbana (UAM). Sin embargo, existen grandes desafíos que se deben solucionar: regulatorios, tecnológicos, infraestructurales y psicológicos. Para afrontar estos retos, y ante el rápido avance de la tecnología, los fabricantes han empezado a testar vehículos, mientras que los diferentes participantes en el ecosistema están colaborando en el desarrollo de un sólido marco de trabajo regulatorio.

Cabinas de vuelo automatizadas. Los fabricantes de aviones comerciales apuestan cada vez más por los controles de vuelo automatizados con el objetivo de hacer una transición gradual a las cabinas de vuelo totalmente automatizadas. Esta transición reducirá probablemente el número de miembros de la tripulación en cabina, lo que resultará en un menor coste para las aerolíneas. Además, las cabinas de vuelo automatizadas también pueden ser una solución al problema de la escasez de pilotos que afronta la industria, el cual probablemente se acentuará en el futuro a medida que la flota de aviones comerciales siga creciendo.

 

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