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Una «mini-Tierra» viajará hacia la Estación Espacial Internacional

El 15 de febrero, una «mini-Tierra» será lanzada hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) para lograr una mejor comprensión de los procesos que tienen lugar en el manto terrestre, que llevan al vulcanismo, la tectónica de placas y también a los terremotos. El experimento científico Geoflow II está construido por Astrium para la Agencia Espacial Europea (ESA). En contraste con Geoflow I, que estudió los flujos y la composición del núcleo de la Tierra, la meta ahora es estudiar los flujos en el manto terrestre.

En este lanzamiento, el ATV-2 (Vehículo de Transferencia Automatizado) ‘Johannes Kepler’, también construido por Astrium, llevará la carga más pesada (20.1 toneladas) jamás lanzada por un cohete Ariane 5, lo cual ha creado desde hace días una gran expectación.

 

 

Los científicos de la Universidad de Cottbus (Alemana) están simulando una especie de «mini-Tierra» instalada en un contenedor de experimentos del tamaño de una caja de zapatos. Tras su primera misión en la ISS en 2008 (ver foto), el modelo de vuelo de Geoflow fue modificado por Astrium en 2009 y 2010 con objeto de poder llevar a cabo experimentos de sesgo científico distinto.

Los científicos esperan que los experimentos en la ISS ayuden a mejorar sus métodos de cálculo numérico al respecto. Ellos estudiarán un fluido de consistencia parecida a la de la miel, contenido entre una esfera interior y otra exterior, cada una de ellas a una temperatura distinta.

Se simularán la gravedad y la rotación haciendo girar el fluido y aplicando un elevado voltaje; una cámara fotografiará los patrones de circulación de la sustancia. Todo lo anterior sólo puede funcionar si los campos artificiales de fuerza no se ven distorsionados por un campo gravitatorio real, razón por la cual el experimento ha de llevarse a cabo en condiciones de gravedad cero: en otras palabras, en el espacio.

Edición: José Fernández – Fotos: Astrium

 

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