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Simulacro de accidente de dos C-295 en la Base Aérea de Getafe

Foto: Ministerio de Defensa
El Ministerio de Defensa informó la pasada semana que el pasado 28 de junio se realizó un simulacro de accidente aéreo en la Base Aérea de Getafe, en el que, junto con los medios propios de la misma, participaron medios de emergencias y evacuación externos. A estos efectos, se diseñó un escenario de entidad y complejidad superior a los utilizados en años anteriores, simulándose una colisión en la calle de rodaje de dos T.21(C-295).

Supuestamente, uno de ellos en misión de aerotransporte logístico de línea regular, y otro realizando un aerotransporte mixto táctico con carga peligrosa, del tipo de las que se realizan en zona de operaciones. Además, esta segunda aeronave portaba el sistema de autoprotección, y se simuló que una bengala de magnesio se había desprendido accidentalmente de su dispositivo de lanzamiento.

En el momento en que se declaró la emergencia se activaron los servicios de emergencias y de apoyo de la Base, de la factoría de Airbus Military y se solicitó la ayuda de medios ajenos a la Base Aérea, activando a través del servicio de Emergencias 112 a la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Bomberos de la Comunidad de Madrid, Cruz Roja, Protección Civil y SUMMA.

En el punto de “colisión” la Policía Aérea, en colaboración con la Policía Nacional y la Policía Local montó un perímetro de seguridad alrededor de las aeronaves siniestradas. Se constituyó un puesto de mando desde el que se organizó el despliegue y utilización de los efectivos, se “extinguieron las llamas”, “neutralizando” los productos tóxicos e inflamables y se “liberaron, clasificaron y atendieron” a los heridos.

La “desactivación del armamento” desprendido de la aeronave con el equipo de autoprotección corrió a cargo de los armeros de la Unidad, y la mercancía peligrosa se “neutralizó” mediante el trabajo conjunto de bomberos la Base Aérea, de Airbus Military y de los Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Este tipo de ejercicios se realiza con periodicidad anual para asegurar un correcto entrenamiento y mejora en la actuación en situaciones de estas características entre los medios de la propia Base y los de organismos externos, y resulta de gran utilidad para detectar defectos del sistema, mejorar la eficacia de este y establecer una buena relación entre todos los servicios implicados.

En total participaron directa o indirectamente más de 80 personas, las cuales dejaron patente, una vez más, la gran profesionalidad, preparación y coordinación existentes entre los medios militares y civiles ante cualquier contingencia que derive de un accidente a gran escala.

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