El tráfico aéreo cada vez es mayor, y las aerolíneas estiran sus operaciones para que sus flotas puedan dar respuesta a la creciente demanda de vuelos. El resultado es una presión operativa que lleva a los pilotos comerciales hasta el límite máximo de horas de vuelo y los mínimos descansos permitidos por la normativa, con turnos nocturnos, desfases horarios y largos periodos de actividad que se traducen en fatiga acumulada.
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Un problema serio que no solo afecta a su salud, sino, sobre todo, a la seguridad de los vuelos. Por ello, Sepla (el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas) recuerda la importancia de visibilizar la fatiga para que pueda ser gestionada adecuadamente, protegiendo a tripulaciones y pasajeros.
«Durante mucho tiempo los pilotos han tendido a ocultar su fatiga por temor a represalias, pero es una realidad que está ahí, una amenaza silenciosa que es necesario gestionar y reportar. Según un estudio realizado entre cerca de 7.000 pilotos de toda Europa por la consultora Baines Simmons para la European Cockpit Association (ECA), 3 de cada 4 reconocieron haber tenido al menos un microsueño mientras volaban. Reportar la fatiga es esencial para prevenirla y garantizar la seguridad de los vuelos», asegura Íñigo Martín Apoita, director del Departamento Técnico de Sepla.
Por ello, el sindicato ha puesto en marcha una campaña de concienciación dirigida a los pilotos, con el fin de convencerles de su propia responsabilidad tanto la hora de tratar de prevenir la fatiga como, en el caso de padecerla, de reportarla (siempre a través de los canales oficiales de su compañía aérea). Sepla recuerda que estos reportes son confidenciales y anónimos, y son esenciales para poder tomar medidas y garantizar la seguridad operacional.
«La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) afirma en su manual de gestión de fatiga que, como esta no se puede eliminar, se debe gestionar. Y no reportarla supone privar al sistema de la información necesaria para llevar a cabo esta gestión. Sin duda, la aerolínea es la primera responsable de que las programaciones de vuelo respeten los tiempos de descanso, y aunque, según el estudio de ECA, un 53% de los pilotos considera que su compañía no gestiona bien el riesgo de fatiga, tenemos que entender que no podrán prevenirla si no avisamos de que estamos fatigados», añade Martín Apoita.
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Recomendaciones
Como parte de esta campaña de concienciación, Sepla ha desarrollado un vídeo de animación que incide en la importancia de la cultura del reporte, así como una infografía con un decálogo de consejos para gestionar la fatiga, donde se recogen recomendaciones para evitarla antes del vuelo y pautas para minimizarla durante la operativa en cabina.
Estas indicaciones apuntan tanto a aspectos más personales, como controlar la exposición al sol (si tienes que dormir durante el día, es mejor evitarla) y el consumo de café (su ingesta excesiva puede bloquear la adenosina, molécula que influye en la capacidad para dormir) o elegir una dieta ligera y mantenerse bien hidratado, como a otros más operacionales, como revisar que toda la tripulación esté en buenas condiciones para volar o seguir los procedimientos estandarizados (generan menos estrés que tratar de improvisar).
