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El Centro Aeroespacial Alemán de Oberpfaffenhofen apuesta por la proyección tridimensional

El DLR Deutsche Zentrum für Luft- und Raumfahrt (Centro Aeroespacial Alemán) es el centro de investigación para la aeronáutica y astronáutica de la República Federal de Alemania. Sus trabajos de desarrollo e investigación global en el campo de la aeronáutica, la astronáutica, la energía y el transporte están vinculados a la cooperación dentro y fuera de Alemania.

 

Además de su labor investigadora, el gobierno federal alemán ha encargado al centro DLR la planificación e implementación de los intereses alemanes en el campo de los viajes espaciales.

 

La cartera de investigación del DLR abarca desde investigaciones básicas hasta innovadoras aplicaciones y productos de futuro, y dirige importantes laboratorios de investigación donde desarrolla sus propios proyectos, además de ofrecer servicios a clientes y socios. El DLR cuenta con un total de 6.700 empleados repartidos por diversos puntos de la geografía alemana y dispone de varias oficinas ubicadas en Bruselas, París y Washington D.C.

 

Con carácter habitual, el DLR funciona como un centro de máxima seguridad ubicado en la localidad alemana de Oberpfaffenhofen, cuyo acceso sólo es posible a través de rigurosos controles de seguridad. Sin embargo, el Instituto acaba de organizar una jornada de puertas abiertas que, a pesar de la lluvia y el frío, atrajo a miles de personas que no quisieron perderse la oportunidad de ver en persona el centro de alta tecnología.

 

Uno de los centros de investigación que suscitó más interés fue el Instituto de Robótica y Mecanotrónica, dirigido por el profesor Gerhard Hirzinger, donde investigadores y técnicos trabajan mano a mano para desarrollar soluciones a diversas tareas que requieren de la sensibilidad táctil de las máquinas.

 

Por ejemplo, un guante que permite controlar con absoluta precisión las pinzas de un brazo robótico. En Oberpfaffenhofen ya se han desarrollado algunos avances en robots directamente controlables con precisión a través de nuestras propias ondas cerebrales. Y esto es sólo el principio, ya que cada vez son más los desarrollos logrados en este centro.

 

El profesor Hirzinger es un investigador innovador, que ha hecho realidad infinidad de proyectos de investigación que han facilitado el desarrollo de muchos productos y avances de excelente aplicación, no sólo en el espacio, sino también en la tierra.

 

No es de extrañar, por tanto, que la sala de los robots fuera una de las más visitadas por los asistentes, que también pudieron disfrutar de las enormes imágenes proyectadas gracias a la pantalla de 12,30 x 6,75 metros suspendida por encima de la cabeza de los asistentes y fácilmente visible desde cualquier ángulo de una sala repleta de público. Además de la tecnología robótica, la sala también incluye un simulador de vuelo para entrenar a los pilotos.

 

Para ello se utilizaron dos unidades Christie Roadster HD18K equipadas con unos filtros especiales de polarización, de cuyo montaje se ocupó la empresa TMP Mediagroup, bajo la dirección de Manfred Reich. Durante 14 días, cuatro técnicos se desplazaron hasta el centro para hacer realidad este excepcional sistema tridimensional. Así pues, en este simulador los pilotos aprenden a volar utilizando gafas 3D a aceleraciones de hasta 12G (nótese que un único 1G equivale a 9,81 metros por segundo al cuadrado).

 

Manfred Reich y su equipo han instalado en el centro de Oberpfaffenhofen un equipo de control individual que incorpora un sistema de audio 5.1, y un sistema de vídeo compatible con fuentes de ordenador convencionales. La propia TMP construyó ex profeso una nueva estación de trabajo tridimensional con transmisión vía satélite para recepción estéreo, manipulación de Blu-ray y todas las prestaciones técnicas actualmente disponibles en la producción en serie.

 

Proyección tridimensional

La proyección tridimensional se está realizando en estéreo pasivo con la ayuda de gafas polarizadas. Se decidió optar por el uso de este tipo de gafas ya que, a pesar del desperdicio que su uso supone, el coste resulta asumible. La proyección se realizó sobre una pantalla plateada adecuada para tales fines, previamente optimizada para estas proyecciones tridimensionales.

 

La empresa TMP Mediagroup lleva unos 15 años trabajando como suministrador de sistemas tridimensionales para la industria aeroespacial europea; aunque una proyección de estas dimensiones supuso un reto especial incluso para Manfred Reich, tal y como nos explica: «Para nosotros lo más complicado en Oberpfaffenhofen fue conseguir una iluminación uniforme en una pantalla de esas características y al mismo tiempo mantener una relación razonable entre los costes y el resultado. Trabajamos con un nivel de iluminación muy elevado en la sala, y aun así conseguimos hacer un trabajo razonablemente bueno gracias a que los proyectores utilizados con los simuladores son los adecuados».

 

Esto fue también el motivo que animó a Reich a elegir los proyectores de 3 chips DLP® y una potencia de 18.000 lúmenes ANSI: «Es muy sencillo. Christie es la empresa con más experiencia en tecnología de 3 chips DLP, y además dispone de la gama de dispositivos más amplia. Por último, se trata de una cuestión de calidad e imagen, y no hay duda de que una instalación 3D full HD con dispositivos de xenón de 3 chips DLP es la mejor elección».

 

Por un valor total de casi 200.000 euros, el Instituto de Robótica y Mecanotrónica del Centro Aeroespacial Alemán fue equipado con una unidad de proyección 3D de alta tecnología con la que el profesor Hirzinger se muestra totalmente encantado. Allí, un equipo de 200 personas hace frente todos los días a nuevos desafíos, se trate de simulaciones de vuelo o de otros nuevos avances. La jornada de puertas abiertas fue un cambio que gozó una excelente acogida y generó un enorme entusiasmo entre los jóvenes, que tuvieron la oportunidad de coger por primera vez el mando y tripular de forma más o menos segura la «aeronave» por el paisaje rural.

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